El Ayuntamiento de Arcos de la Frontera, a través de la Delegación Municipal de Patrimonio que dirige Andrés Camarena, ha puesto en marcha un conjunto de actuaciones destinadas a mejorar la imagen del Conjunto Monumental intramuros y garantizar la integración estética de los elementos informativos y publicitarios instalados en la vía pública.

El decreto municipal, ya notificado a los negocios situados dentro del casco histórico, establece la retirada obligatoria de toda cartelería, pizarras tipo caballete, elementos decorativos y soportes publicitarios que no cumplan con los criterios fijados por la normativa. Estas medidas responden a la creciente preocupación vecinal por el impacto visual que generan algunos de estos elementos en un entorno declarado Bien de Interés Cultural.

El objetivo no es limitar la actividad comercial, sino armonizarla con la estética propia de un enclave histórico de especial valor patrimonial. Para ello, se regulan tamaños, materiales y tipos de soportes permitidos a fin de preservar la coherencia visual del Casco Antiguo.

Los establecimientos intramuros cuentan hasta el próximo 21 de diciembre como fecha límite para adaptarse a lo establecido, y una vez verificado el cumplimiento, el Ayuntamiento procederá a la cesión temporal y gratuita de expositores destinados exclusivamente a la difusión de información de cada negocio.

El Ayuntamiento advierte de que el incumplimiento de estas medidas podrá conllevar sanciones económicas que oscilarán entre 600 y 6.000 euros, además de la retirada de los elementos no autorizados y la posible repercusión de los costes generados.

Con esta iniciativa, el Ayuntamiento reafirma su compromiso con la protección del patrimonio, la mejora del paisaje urbano y el apoyo a un desarrollo comercial compatible con la singularidad del Conjunto Monumental de Arcos de la Frontera.